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Resiliencia y activismo gay en Bosnia y Herzegovina

Resiliencia y activismo gay en Bosnia y Herzegovina
Internacional

De cara al Orgullo 2021: «Nuestra lucha debe tener continuidad

En 2019, activistas gais de Bosnia y Herzegovina organizaron la primera Marcha del Orgullo del país en Sarajevo. La marcha recibió cobertura internacional y fue ampliamente aclamado por su significado. Las investigaciones académicas han demostrado incluso que contribuyó a mejorar la opinión pública sobre los gais entre los habitantes de Sarajevo.

Sin embargo, la lucha por la igualdad va mucho más allá de la coordinación de marchas del orgullo anuales de gran visibilidad. Por no hablar de que el estado del mundo ha cambiado drásticamente desde 2019, más obviamente como resultado de la pandemia de COVID-19. ¿Cómo han aprovechado gais y activistas de Bosnia y Herzegovina el impulso de la Marcha del Orgullo de 2019 mientras enfrentan los nuevos desafíos causados por la pandemia?

Desde la Marcha del Orgullo de 2019, los activistas gais han observado un cambio en el entorno político, legal y social, y han logrado algunos éxitos claves. En una entrevista con la autora Dajana Bakić, directora ejecutiva del Centro Abierto de Tuzla (TOC), organización de activistas LGBTQI+ de Bosnia y Herzegovina, destacó que el Orgullo constituye la «herramienta más visible usada para poner de manifiesto problemas y necesidades» de la comunidad gay. Asu vez, esto ayuda a cambiar la percepción pública de los gais y de lo que es realmente el Orgullo: una protesta por la igualdad, los derechos y la libertad.

Activistas gais sostienen que esta forma de visibilidad ha puesto los derechos LGBTQI+ de forma más efectiva en la agenda pública. En una entrevista con el autor Branko Ćulibrk, miembro del Comité Organizador de la Marcha del Orgullo de Bosnia y Herzegovina, dijo

Las cuestiones de violencia y discriminación dirigidas a la comunidad y a las personas LGBTI son cada vez más tema de debate, y hemos visto un aumento de las denuncias de delitos de odio. Además, desde el punto de vista normativo, el proyecto de ley pendiente sobre las parejas del mismo sexo en la FB&H se ha convertido en un tema candente, pero también está en marcha un Plan de Acción para la igualdad LGBTQI+ a nivel estatal. Todos estos son pequeños pasos que conducen a un futuro más brillante para este país, para todos nosotros.

Bakić añade que a los activistas los «incluyeron en diferentes tipos de debates de grupos de trabajo sobre las leyes de libertad de reunión», lo que les permitió hacer aportes sustanciales a los procesos de formación de estas nuevas leyes, especialmente en los Gobiernos del cantón de Sarajevo y del cantón de Tuzla.

Por sí mismo, el Orgullo no puede generar un cambio institucional, pero los activistas pueden aprovechar la visibilidad y el conocimiento públicos que aporta el Orgullo para amplificar las cuestiones gais, que los tomen en serio los actores políticos y los incluyan en los procesos de reforma. Como subraya Bakić, «Las vidas no cambian por un Orgullo. Seguimos teniendo las mismas leyes. Seguimos enfrentando violencia y discriminación. Pero la Marcha fue un gran paso para cambiar la percepción del orgullo. También en el marco legal, las cosas empezaron a moverse un poco».

Estas pequeñas victorias son importantes, pero también se han visto amenazadas por la pandemia. Un grupo de trabajo interministerial de la Federación de Bosnia y Herzegovina, formado en febrero de 2020, ha tomado el mencionado proyecto de ley sobre las parejas del mismo sexo. Sin duda, se trata de un avance positivo. Darko Pandurević del Centro Abierto de Sarajevo (SOC) señaló que «el grupo de trabajo está compuesto en su mayoría por personas dispuestas y abiertas a hacer su trabajo, que abordan la tarea con profesionalidad y que no tienen nociones ni actitudes preconcebidas sobre el tema». También vieron al Centro Abierto de Sarajevo como un socio en todo el proceso, lo que disipó algunas preocupaciones iniciales de que el trabajo en sí y nuestra participación en el grupo de trabajo fueran una batalla contra molinos de viento».

Pero el progreso del grupo de trabajo, ya relativamente lento, languideció durante el resto del año. Finalmente, solamente hubo una reunión en 2020. Esta lentitud no disuadió a los activistas de seguir la vía legal hacia la igualdad. Por ejemplo, Pandurević también destacó que el SOC sigue recurriendo al litigio estratégico para promover los derechos de los homosexuales a través del sistema judicial.

Adaptarse a la pandemia

La respuesta a la lentitud del progreso institucional mediante el litigio estratégico es solo un ejemplo de cómo los activistas gais han enfrentado los retos del progreso en Bosnia y Herzegovina: mediante la creatividad y la voluntad de adaptación. Esta mentalidad ha sido una herramienta crucial para reaccionar a la pandemia del COVID-19. Ćulibrk dijo: «Nuestra lucha debe tener continuidad, a pesar de las circunstancias actuales, en las que nos vemos obligados a conquistar el espacio público de formas nuevas e imaginativas». En otras palabras, la pandemia no disuadió a los activistas gais, sino que los envalentonó para idear formas singulares de lograr sus objetivos.

Ćulibrk ofreció varios ejemplos concretos de cómo los activistas queer trabajaron creativamente para promover la visibilidad:

Aunque en 2020 nos vimos obligados a cancelar el Orgullo y no se celebró como marcha de protesta, seguimos estando en los espacios públicos, trabajando en la [visibilidad de la] comunidad LGBTI y en otras cuestiones todo el tiempo. Este año tuvimos varias actividades, y una fue la celebración del 9 de mayo, el Día de la Victoria, en que, en colaboración con otras organizaciones de Bosnia y Herzegovina, realizamos acciones de calle en cinco ciudades de Bosnia y Herzegovina. Además, creamos la campaña «Detrás de los muros marginales», que surgió de la necesidad de ofrecer un espacio abierto para contar las experiencias LGBTI en su vida cotidiana. Nuestro objetivo es aumentar la visibilidad del amplio espectro de experiencias que vive la comunidad, para luchar contra el olvido y la ignorancia de esas experiencias. En definitiva, dar voz a quienes el público en general no escucha.

Los activistas también desarrollaron nuevas formas de conectar con la comunidad gay de Bosnia y Herzegovina y de prestarle apoyo directo. Bakić explicó el enfoque del COT: «Pedimos a la gente que nos escribiera historias, que nos enviara fotos y que contara sus preocupaciones y sus voces sobre lo que estaban viviendo en la pandemia. También hicimos una publicación centrada en el arte gay durante el autoaislamiento, y [publicamos un libro] de [varias] historias gais. Hicimos un pequeño cuestionario con la comunidad LGBTQI+ sobre cuáles eran sus necesidades. ¿Necesitaban dinero o necesitaban ayuda? La mayoría de las respuestas que obtuvimos estaban relacionadas con que no podían reunirse, porque normalmente nuestros talleres y nuestras fiestas son el único espacio seguro para ellos».

Sostener a la comunidad y generar solidaridad

La capacidad de las organizaciones de activistas gais de servir como espacios seguros para la comunidad gay en Bosnia y Herzegovina ha sido una parte fundamental para abordar los nuevos retos que la pandemia ha creado para gais en todo el mundo. En particular, el distanciamiento social y las medidas de confinamiento han provocado que muchos gais pasen más tiempo en entornos domésticos potencialmente poco acogedores o inaceptables. Naturalmente, esto puede tener un grave impacto negativo en la salud mental de gais. Esto ha hecho que el trabajo de las organizaciones gais en Bosnia y Herzegovina sea mucho más importante, ya que su papel va más allá de lo que la mayoría asocia con las organizaciones activistas, como la defensa política y las campañas de conocimiento público. Su función como red de apoyo clave se manifiesta en su capacidad de ofrecer servicios importantes y el asesoramiento y la educación sexual, como en el hecho de proporcionar un lugar para que los gais se reúnan y encuentren refugio en los demás.

Asistente baila en actividad social inclusivo organizada por gais en Sarajevo. Fotógrafo: Erin Brown,

Por ejemplo, a mediados de 2021, el SOC y el COT organizaron «Kvirhana«, festival de arte gay en el que se proyectaron películas, se organizaron exposiciones y se realizaron actuaciones de drags. El festival también incluyó tiempo para que los gais socializaran y se conocieran. En una entrevista con Radio Free Europe, la directora ejecutiva del SOC, Emina Bosnjak, subrayó que Kvirhana pretendía constituir un espacio en que «los gais [pudieran] ser lo que realmente son, y también celebrar sus identidades».

Bakić sitúa el Kvirhana de 2021 en su contexto, dice que «lo que fue diferente de los años anteriores de organizar el Festival Internacional de Cine Queer Merlinka –este fue nuestro séptimo festival– es que la mayoría de los asistentes eran de la comunidad LGBTI. Por lo general, eran simpatizantes y aliados [los que asistían], ya que la gente tiene miedo de ir a eventos públicos por posibles etiquetas y razones de seguridad. La gente lloraba al terminar el festival porque se sentía muy feliz y libre y aceptada, así que poder ofrecer ese tipo de espacio y apoyo y cambio para sus vidas… esa es nuestra misión».

Una mujer gay que se entrevistó con el proyecto Love Tales del PCRC explicó el impacto de tener estos espacios en su propia vida. «En Sarajevo, existe la Asociación SOC y la Fundación CURE. Sin estas asociaciones, no estaríamos en ninguna parte. Seguiríamos siendo invisibles. Es un grupo pequeño. Los conozco a todos. Salgo con ellos. Estoy muy agradecida de que haya alguien que haga algo por nosotros», dijo.

Continúan las dificultades

Los activistas gais han perseverado a lo largo de la pandemia, mantienen y amplían sus esfuerzos para lograr mayor visibilidad, motivar la reforma política y legal y mejorar el bienestar de los bosnios gais. Sin embargo, es importante no minimizar los obstáculos que siguen afectando su trabajo.

Por un lado, la pandemia también ha demostrado ser una herramienta conveniente para las autoridades que buscan restringir el activismo gay. Antes, las autoridades recurrían a varias estrictas medidas burocráticas, como exigir a las organizaciones gais que asuman el costo de costosas barreras de seguridad, como método para desincentivarlas al planificar actividades. Esta tendencia parece haber continuado con la pandemia. Balkan Investigative Reporting Network cita a Mirza Halilcevic, organizador gay que dijo en un seminario web relacionado con el Orgullo: «es sintomático que, con la excusa de la seguridad o de la pandemia, se prohíban las reuniones que tienen prefijo LGBTQI+. Es un recordatorio de todas esas otras excusas cuando nos rechazaron por tal o cual razón. Cuando te encuentras en una situación con un patrón similar, en la que ya te ha pasado que tus reuniones o peticiones han sido rechazadas, requiere una investigación más profunda y un cuestionamiento de las razones: ¿posponemos la marcha porque se ha convertido en un problema de seguridad, o es otro de esos retos homofóbicos que tenemos que superar? Creo que ambas cosas».

Además, una mayor visibilidad puede ser un arma de doble filo. Si bien es necesario para situar los derechos LGBTQI+ en la agenda pública, la visibilidad queer puede desencadenar reacciones violentas, especialmente en forma de discursos de odio y crímenes de odio. El SOC descubrió que «desde que tuvo lugar la Primera Marcha del Orgullo de ByH en 2019… el aumento de las amenazas y la violencia en lugares públicos y/o en la esfera online/redes sociales se triplicó.»

Por último, la fuerza del etnonacionalismo y la disfunción política incrustada en las instituciones de Bosnia y Herzegovina crea quizás la barrera más difícil para el progreso. Las narrativas etnonacionales omnipresentes han pintado negativamente la lucha por los derechos de gais que difieren de las identidades que las élites políticas de Bosnia y Herzegovina ensalzan para éxito electoral. Sin embargo, algunas investigaciones indican que los esfuerzos de los activistas pueden atravesar estas narrativas, al menos en cierta medida. No obstante, las instituciones del Estado de Derecho no suelen tomarse en serio violaciones de los derechos humanos de los LGBTQI+. Ćulibrk sostiene que «es una gran responsabilidad de las instituciones que no están dispuestas a adoptar una postura pública y decir que harán todo lo que esté en su mano para proteger a las personas LGBTI de la violencia, pedir la cooperación y denunciar los casos de delitos de odio».

Colores del arcoíris en la superficie del río Miljacka en Sarajevo. Foto de Nina Kolarzik

Camino hacia adelante

Cuando se le preguntó qué se debería saber sobre la situación del movimiento LGBTQI+ en Bosnia y Herzegovina en la actualidad, Ćulibrk subrayó: «Que la lucha por los derechos de los LGBTI no es exclusiva, sino inclusiva: estamos más que abiertos y dispuestos a prestar apoyo en todos los casos de injusticia a diversos grupos». Continuó: «En este sentido, el Orgullo BH es una de las herramientas para crear una sociedad libre y justa en la que todos los ciudadanos sean iguales. La comprensión y la compasión son componentes claves para crear una sociedad así, incluso cuando no coincidimos, debemos aceptar que las diferencias existen y que los LGBTI son tan importantes como cualquier otro en esta sociedad».

Los activistas gais bosnios lograron algo notable cuando organizaron la primera Marcha del Orgullo en 2019. La segunda Marcha del Orgullo se celebró presencialmente el 14 de agosto, y es de esperar que sirva como un importante marcador de visibilidad para los gais en Bosnia y Herzegovina una vez más.

Es igualmente importante reconocer la dedicación y la determinación que los activistas gais muestran cada día. Aunque este trabajo no siempre puede encapsularse fácilmente en un titular internacional, es un ingrediente necesario para la construcción de una sociedad justa en la que los gais puedan existir públicamente, y también prosperar. Cada nuevo reto ha estimulado a gais y activistas de Bosnia y Herzegovina a aprovechar su creatividad e ingenio para ampliar y magnificar sus esfuerzos para lograr avances.

La experiencia de la pandemia, en particular, demuestra que, contra todo pronóstico, gais y activistas muestran una increíble resistencia en Bosnia y Herzegovina. Como dijo Bakić, «Somos gais. Estamos orgullosos. Nuestras vidas son duras y es todo un reto, pero somos lo suficientemente valientes y estamos preparados para desafiar al sistema y luchar por nuestras libertades y derechos».

Fuente: Global Voices

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