La capital del estado, que lleva el mismo nombre, ha ganado con el paso del tiempo una popularidad que sorprende a propios y extraños.
En Colima, noticias como esta han despertado un gran interés entre viajeros que buscan lugares alejados del bullicio y con atractivos que inviten a andarlos a pie, en familia, en pareja e incluso en solitario, permitiendo capturar buenas fotografías y saborear sus delicias típicas, como su pozole seco, o una refrescante tuba para olvidar el clima caluroso.
Pese a no ser una ciudad costera, el clima de Colima es caluroso y te sugiere inmediatamente que te encuentras cerca de la playa, con Manzanillo a noventa minutos —en automóvil— tienes además la suerte de probar deliciosa cocina de mar; como su ceviche colimense, con carne molida de pez vela, su irresistible pescado zarandeado o la tradicional sopa de mariscos, que preparan con una mezcla de camarones, jaiba, pescado, chacales y pulpo.
Antes de adentrarnos por completo en este fascinante destino, déjanos contarte que muy cerca se encuentra el Pueblo Mágico de Comala, no olvides visitarlo y conocer aquellos sitios de los que hablaba Juan Rulfo en la novela de Pedro Páramo.
Su centro, dotado de jardines, museos y templos, se recorre en poco tiempo, pero para conocerse, precisa de disponibilidad para curiosear los tesoros custodiados por sus calles. La Catedral Basílica Menor de Colima, es uno de estos espacios que contrasta el estilo neoclásico en su fachada y su interior barroco. Un dato curioso, es que este es el primer templo dedicado a la Virgen de Guadalupe en toda América Latina.
La tercera ciudad más antigua de México goza de un clima agradable y cálido durante todo el año, por lo que la mejor temporada para visitarla será cuando tú decidas visitarla.