Tuxtla Gutiérrez es el corazón de Chiapas que late al ritmo de la marimba. Es la ciudad que más turistas recibe en este estado situado al sur de México y donde aún es posible conocer la riqueza de la cultura zoque, tzotzil y las bondades de la selva, que se abre paso entre profundos cañones y torrenciales cascadas.
Para familiarizarse con el entorno, hay que comenzar explorando la ciudad; el clima caluroso de Tuxtla Gutiérrez ha permitido que esté rodeada de frondosos parques y jardines. Quizá uno de los sitios al aire libre más famosos sea el Parque de la Marimba, donde todas las tardes suena música y las parejas se lanzan al baile.
Después tenemos la Calzada de las Personas Ilustres, flanqueada con bustos de bronce de los principales personajes de la Revolución Mexicana. Es el andador peatonal más antiguo de la ciudad con 250 metros de longitud que conectan con otros atractivos principales como el jardín botánico y los museos de paleontología y antropología.
En el centro de Tuxtla Gutiérrez aún se conservan edificaciones coloniales como: la Catedral de San Marcos con su fachada blanca y sus 48 campanas. Su torreón tiene un mecanismo que permite ver el desfile de los doce apóstoles cada hora. Siguiendo por Avenida Central, encontrarás Café Avenida, la cafetería más antigua de la ciudad y fuente de inspiración de escritores y poetas como Jaime Sabines. Por cierto, la ciudad le rindió honores construyendo el Centro Cultural Jaime Sabines que alberga la biblioteca más grande del estado, un anfiteatro y una librería.
Hay que darse una vuelta por el Instituto Casa Chiapas, el recinto que alberga todas las artesanías que se producen en el estado. Alfarería, textiles bordados a mano (con y sin pedrería), laca y cestería son opciones de souvenirs para llevar a casa. Desde aquí se puede continuar al zoológico Miguel Álvarez del Toro (Zoomat), está dentro de una reserva natural y es habitado por especies endémicas de Chiapas. Se ven quetzales, guacamayas, jaguares, tapires, venados, entre otros.
Visita el Cristo de Copoya edificado sobre la cima del cerro Mactumatzá. Con una altura de 62 metros, supera al Cristo Redentor de Río de Janeiro. Mediante un sistema de iluminación, cada determinado tiempo cambia de color para proyectar su imponente silueta.
En el Mirador Los Amorosos, es posible observar una panorámica de la iluminación de la ciudad y tomarse una fotografía junto a la escultura de Jaime Sabines. El espacio se ubica sobre el Libramiento Norte Poniente.
Tuxtla Gutiérrez también es un lugar para realizar actividades de aventura y una de las puertas de entrada principales al Cañón del Sumidero. Hay que dedicar un día para navegar esta impresionante formación, rappelear en la Sima de las Cotorras, explorar el arco de piedra más alto del mundo y caminar entre cascadas.
¿Cómo llegar? Tuxtla Gutiérrez tiene uno de los tres aeropuertos internacionales de Chiapas. Recibe vuelos de las principales ciudades de México y del resto del mundo.
