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La bendición de las uniones homosexuales: magisterio líquido

La bendición de las uniones homosexuales: magisterio líquido
Internacional

El 15 de marzo de 2021, la Congregación para la Doctrina de la Fe respondió a este dubium que le había sido presentado: ¿Tiene la Iglesia la potestad para bendecir las uniones entre personas del mismo sexo?

La respuesta negativa a esta pregunta estaba acompañada de una nota explicativa, firmada por el cardenal-prefecto Luis Ladaria Ferrer s.j., y por su secretario, Monseñor Giacomo Morandi, el 22 de febrero.

Como es habitual, el texto fue sometido previamente a la aprobación del Papa reinante; por eso se puede leer al final de la nota: “El Soberano Pontífice Francisco, durante una audiencia concedida al secretario de la Congregación, fue informado del Responsum ad dubium en cuestión, con la Nota Explicativa adjunta, y ha consentido en su publicación”.

Este recordatorio de la doctrina y la moral católicas generó una fuerte oposición entre los prelados y teólogos progresistas.

Por ejemplo, el 18 de marzo el cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, declaró que la atención y el acompañamiento de la Iglesia es para todos. Lo cual, según sus palabras, no significa que “solo aquellos que están casados ​​por la Iglesia reciben el beneficio de la pastoral de la Iglesia”.

Haciendo una distinción entre “matrimonio sacramental” y “matrimonio no sacramental”, y mencionando incluso “otras formas de matrimonio”, afirmó: “Hoy en día existen muchas situaciones pastorales diferentes en las que las personas no pueden participar plenamente en la vida de la Iglesia, pero esto no significa que no deban recibir nuestro acompañamiento y el de las personas que asisten a las parroquias”.

E insistió: “Creo que es muy importante que todos entendamos que la vida pastoral de la Iglesia está abierta a todos”.

En Alemania, más de 200 profesores de teología publicaron el 22 de marzo una declaración difundida por katholisch.de, el sitio no oficial de la Conferencia Episcopal de Alemania, en la que se oponen abiertamente a la prohibición de bendecir las uniones homosexuales por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, acusándola de una “falta de profundidad teológica” (sic).

En una entrevista del 24 de marzo con el periódico Der Sonntag, el cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, también protestó contra la respuesta de la Congregación de la Fe. Según su opinión, “este ‘no’ a la bendición es algo que hiere a mucha gente a un nivel muy profundo”, y agregó que “la cuestión de saber si las parejas del mismo sexo pueden ser bendecidas pertenece a la misma categoría que aquella sobre si las parejas divorciadas y vueltas a casar o las que viven en unión libre pueden recibir una bendición”.

Y el prelado austríaco responde sin miramientos: “Si la petición de bendición no es un espectáculo, es decir, no es solo una especie de coronación de un ritual externo, si la petición de bendición es sincera, si realmente están pidiendo la bendición de Dios para un camino de vida que dos personas, sin importar la situación, intentan recorrer, entonces no la negaremos”.

La comunicación paralela de Francisco

En medio de este contexto turbulento, dos periodistas publicaron artículos en los que sugieren que el propio Papa se desvinculó de la nota de la Congregación de la Fe.

Gerard O’Connell y Elisabetta Piqué son esposos: él escribió en la revista jesuita America, ella lo hizo en el diario argentino La Nación. Ambos se basan en las declaraciones del Papa durante el Ángelus del 21 de marzo, donde exhortó a dar testimonio de Jesús “no con condenas teóricas sino con gestos de amor”, manifestando así su distanciamiento de la negativa a bendecir las uniones homosexuales.

El 22 de marzo, el vaticanista Giuseppe Nardi en la revista Katholisches destacó la relación privilegiada que Elisabetta Piqué mantiene con Francisco: “Biógrafa del Papa, es una bergogliana fiel que también tiene un estrecho contacto con la casa Santa Marta”.

Y equipara esta forma de comunicación del Papa -informal y paralela- a la costumbre que tenía el cardenal Bergoglio en Buenos Aires: “Solía convocar a los periodistas para proporcionarles información con la condición de no ser nombrado personalmente”. Elisabetta Piqué también fue en el pasado receptora y propagadora de información de este tipo.

“El filósofo y periodista argentino Omar Bello publicó, poco después de la elección de Francisco, la biografía “El Verdadero Francisco” [Ediciones Noticias, Buenos Aires 2013]. Bello, quien falleció en un accidente automovilístico en 2015, se presenta en esta obra como “amigo y confidente” del cardenal Bergoglio y como “el filósofo que mejor conoce a Bergoglio”.

“En su libro, relata que, mientras trabajaba para el semanario argentino Perfil, Bergoglio le concedió una entrevista, con instrucciones claras: ‘Tú vienes y me entrevistas, pero no se lo cuentas a nadie. Escribes, sin decirle a Perfil que me has entrevistado. Escribes como si fueran tus propias impresiones. ¿Entendido?”

El cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena

Según Giuseppe Nardi, esta forma de actuar del Papa expresa el deseo de no evocar explícitamente ciertas cosas por razones tácticas, para no hacer enojar a aquellos que son hostiles a su agenda.

Por ejemplo, “en mayo de 2016, el arzobispo Bruno Forte reveló los entresijos de la redacción del controvertido documento postsinodal Amoris laetitia. Monseñor Forte había sido designado por Francisco como secretario especial del doble sínodo sobre el matrimonio y la familia. En el teatro municipal de Vasto (Abruzzo), donde presentó el texto, el arzobispo explicó la tarea que Francisco le había confiado: “Si hablamos explícitamente de comunión a los divorciados vueltos a casar, ¡no sabes la que nos montarían ‘estos’. Así que no hablemos de manera directa, tú procura que figuren las premisas, luego ya sacaré yo las conclusiones”.

El vaticanista romano comenta al respecto: “La expresión ‘estos’ se refería entonces a aquellos a quienes Elisabetta Piqué y Gerard O’Connell ahora llaman los ‘ultraconservadores'”.

“En sus artículos, la pareja insiste en que, desde el inicio de su pontificado, Francisco ha mostrado una ‘apertura’ hacia los homosexuales, misma que ha confirmado durante distintas reuniones, por ejemplo, en mayo de 2018, con el chileno Juan Carlos Cruz, víctima de abuso sexual, y él mismo un homosexual declarado.

Cruz confirmó posteriormente, sin contradecir, lo que Piqué y G. O’Connell citaron literalmente: “El Papa me dijo: ‘Juan Carlos, no importa que seas homosexual. Fue Dios quien te hizo así y te quiere así. El Papa te ama así y tú también debes amarte a ti mismo'”. -No podemos dejar de señalar en este punto que, el 24 de marzo, dos días después del artículo de los dos periodistas, el Papa nombró a Juan Carlos Cruz miembro de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, por tres años. Sin comentarios…

En La Nuova Bussola Quotidiana del 24 de marzo, Stefano Fontana ve en este incesante vaivén entre la doctrina oficial y las excepciones extraoficiales, un enfoque más político que magisterial: “una manera de decir y de no decir, de agradar a estos sin disgustar a aquellos. Las notas a pie de página de Amoris lætitia [que abren caso por caso la posibilidad de la comunión para los divorciados vueltos a casar] están haciendo historia”.

Un grupo de presión homosexual en la Iglesia

También en La Nuova Bussola Quotidiana del 24 de marzo, Riccardo Cascioli cita una crítica a la Nota de la Congregación de la Fe, publicada en el sitio Città Nuova el 19 de marzo, de la pluma del Padre Pino Piva, cercano al Padre Antonio Spadaro, quien es el principal intérprete del pensamiento de Francisco.

Este jesuita, que aboga por la legitimación de la homosexualidad dentro de la Iglesia, hace hincapié en “el grado mínimo de autoridad” que le fue conferido a este documento: el Papa “no aprobó el Responsum sino que solo fue informado al respecto”; además, “no ordenó su publicación, solo dio su consentimiento”.

Riccardo Cascioli subraya acertadamente que el Padre Piva recuerda que Francisco ya había contradicho prácticamente el documento de 2003 de la Congregación de la Fe que se opone firmemente al reconocimiento legal de las uniones homosexuales: “la referencia es la famosa entrevista [ver FSSPX.Actualidad del 22 de octubre, 2020] en la que, hablando de la época en que aún se encontraba en Argentina, el Papa afirmó haber apoyado las uniones civiles entre personas del mismo sexo, manteniéndolas bien diferenciadas del matrimonio”.

“Una clara oposición que, para el Padre Piva, significa que este documento de 2003 debe ser reescrito totalmente hoy. Al respecto, cabe señalar que, para el progresismo católico, las leyes no se evalúan según su apego a la verdad, sino simplemente en orden cronológico: la ley más reciente anula la más antigua, y en este caso, incluso una entrevista anula un documento con autoridad del Magisterio”.

El vaticanista italiano prosigue: “En cualquier caso, este paso sirve para corroborar el siguiente, es decir, que ‘el actual Responsum de la Congregación de la Fe tendrá una vida corta, muy corta’, esto no es la última palabra sobre la bendición de las uniones homosexuales.

“El mensaje es muy claro: no se preocupen, este Responsum tuvo que ser escrito de esta manera para tranquilizar algunas conciencias débiles en este cambio de época, pero está claro que pronto quedará obsoleto. Y cabe agregar que, si no se hace mediante un nuevo documento, será por la práctica: dados los precedentes, no es difícil imaginar que bajo el pretexto de la reacción al Responsum, habrá obispos y sacerdotes que multiplicarán descaradamente las bendiciones de las uniones homosexuales, y que nadie en Roma intervendrá ni será llamado a intervenir”.

Y concluye diciendo: “En resumen, el panorama es bastante claro: lo que temía el Cardenal Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación de la Fe, en su carta a los obispos de la Iglesia católica ‘sobre la pastoral relacionada con las personas homosexuales’ (octubre 1, 1986), cuando denunció la existencia de un grupo de presión homosexual dentro de la Iglesia que ‘ejerce una presión muy fuerte’ para obligar a la propia Iglesia a ‘aceptar la condición homosexual como si no fuera desordenada, y legitimar los actos homosexuales’, se está convirtiendo en una realidad.

“Esta mentalidad ha penetrado profundamente también en la mentalidad común de los católicos, y en Italia un papel fundamental en este sentido lo está desempeñando el diario de los obispos, L’Avvenire; ahora tiene lugar una verdadera embestida contra la Santa Sede, y ya se han conquistado muchos puestos de alto nivel. Nos acercamos al asalto final”.

Fuente: fsspx

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